Esta herramienta tiene sus antecedentes en los años 50 cuando Alfred L. Yarbus realiza estudios fundamentales sobre las respuestas del movimiento de los ojos, que anteriormente había sido estudiado por Edmund Huey.
La función del Eye-Tracking se centra en averiguar el lugar hacia donde la persona fija su atención visual. En la neurociencia para extraer conclusiones acertadas no solo debemos basarnos en una línea de resultados, ya que sino ese resultado no estaría completo y es que no se pueden tomar datos asilados en este tipo de estudios ya que se compone de más factores.
Al diferenciar entre ver y mirar, podemos concluir que con el Eye-Tracking lo que se hace fundamentalmente es saber en dónde se fija la mirada, pero de ahí no podemos deducir que nuestra atención este centrada en dicho punto.
¿Cuántas veces nos hemos quedado con la mirada perdida en un punto? Sin motivo real, solo porque sí. En ese momento no estamos prestando una atención especial, en la cual hagamos un recorrido de ojos-cerebro ya que a lo largo de ese camino hay distintos factores que inciden sobre el recorrido.
Con las dos imágenes tratamos de ilustrar un proceso real de estudio mediante Eye Tracking, en la primera imagen vemos un consumidor con el aparato que retiene la información de la observación eye tracking, en la segunda imagen se muestra un hipotético resultado de la visión del cosumidor
¿En que productos se ha fijado más? ¿Cual ha sido el estímulo? Las zonas de color muestran donde se ha fijado el consumidor. En rojo se muestra la superficie más observada, en amarillo la segunda más observada y en verde la menos observada.
¿En que productos se ha fijado más? ¿Cual ha sido el estímulo? Las zonas de color muestran donde se ha fijado el consumidor. En rojo se muestra la superficie más observada, en amarillo la segunda más observada y en verde la menos observada.
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